Política
Los daños que el Gobierno pasa por alto

Alertan sobre los graves riesgos de la aprobación de las represas en el Río Santa Cruz

Dados los riesgos del proyecto, la ONG propone reemplazar la fuente de energía hidroeléctrica por energías renovables y sustentables para el país.

La Coalición Río Santa Cruz Sin Represas, integrada por las organizaciones ambientalistas Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), Aves Argentinas, Banco de Bosques, Flora y Fauna, Fundación Naturaleza para el Futuro (FuNaFu) y Fundación Vida Silvestre Argentina, reclama al Estado nacional la suspensión de la construcción de las represas del complejo hidroeléctrico Kirchner-Cepernic sobre el lecho del Río Santa Cruz.

En virtud de la resolución conjunta publicada por el Ministerio de Energía y Minería (MinEM) y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable (MAyDS) en el Boletín Oficial, donde se aprueba la factibilidad de las obras, la Coalición alerta sobre las inconsistencias técnicas que presenta el Estudio de Impacto Ambiental, así como la “falta de información y de estudios que avalen la decisión adoptada”, cuestión que ha sido señalada por los diversos organismos técnicos del Estado que intervinieron en el mismo como el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLIA) y el Instituto Nacional de Previsión Sísmica (INPRES).

Asimismo, manifiestan que dicho estudio fue elaborado por Emprendimientos Energéticos Binacionales S.A. (EBISA), empresa de capital estatal, cuya titularidad corresponde al MinEM (99 %) y a Nucleoeléctrica Argentina S.A. (1 %). El presidente y director titular de EBISA es el actual subsecretario de Energía Hidroeléctrica, Jorge Hugo Marcolini, quien antes de asumir como funcionario público –en diciembre de 2015-, se desempeñó como consultor privado promoviendo la construcción de las represas, entonces llamadas “Condor Cliff” y “La Barrancosa”.

“Como puede observarse, el Ing. Marcolini es la persona que tiene a su cargo la elaboración del documento técnico de Evaluación de Impacto Ambiental, que el Ministerio y en particular el área que el mismo integra, deberán evaluar”, dice el texto de la Coalición Río Santa Cruz Sin Represas.

Asimismo, “asume el antecedente el haber sido un directo promotor de la construcción de las represas. Este último no sólo viola la Ley de Ética Pública y la Convención Interamericana contra la Corrupción, sino que además, le impiden intervenir en el análisis de riesgos de las represas por configurarse en su caso un serio conflicto de intereses (públicos y privados). De igual forma, la intervención del Ing. Marcolini no sólo afecta la independencia técnica que rige al Estudio de Impacto Ambiental (EIA), sino además también la legitimidad del MinEM para realizar su evaluación”.

Más allá de esta situación que deslegitima la calidad de información, todas las observaciones serán expuestas en la audiencia pública y presentadas en un detallado informe que se presentará ante la Justicia.

En tal sentido, “el Gobierno nacional se ha empeñado en destacar que el proyecto actual de las represas no producirá daños sobre el Glaciar Perito Moreno, dado que las modificaciones incorporadas no generarán acoples entre el espejo de agua de la represa Kirchner con el Lago Argentino. Dicha afirmación no ha sido refrendada por el IANIGLIA, que sugiere la necesidad de realizar estudios complementarios dado que los análisis incorporados en el EIA son de carácter muy general”, agrega el comunicado.

Especies en peligro

Asimismo, las medidas de mitigación propuestas son “cuando menos dudosas¨ y de ninguna manera es posible ¨compensar¨ el daño irreversible sobre un ecosistema irremplazable. Tal es el caso del Macá Tobiano, especie endémica en peligro crítico de extinción (según la UICN) que goza de la máxima protección por haber sido declarada monumento natural provincial. Cualquier acción de “mitigación” o ¨compensatoria¨ en el área reproductiva del Macá Tobiano es insuficiente, ya que el ciclo de vida de la especie transcurre en dos biomas bien diferenciados. Es decir, por más que se proteja en su totalidad el área de ocupación estival, si se destruye el área de invernada la especie no sobrevivirá.

“Por otro lado, es evidente la falta de idoneidad en los técnicos ya que incluso muchos trabajos de campo fueron realizados durante épocas inapropiadas del año como para tener un verdadero diagnóstico de riesgos. Por ejemplo, los trabajos de evaluación en el estuario, fueron realizados en momentos cuando toda la población del macá tobiano se encuentra aún nidificando en las lagunas del oeste de la provincia. Tales trabajos no pueden ser trasladados a la etapa de monitoreos”, afirma Hernán Casañas, director ejecutivo de Aves Argentinas.

Uno de los puntos más graves es que el propio estudio reconoce que la información de la biología y ecología sobre varias especies “es todavía incompleta en varios aspectos para responder a los numerosos interrogantes que plantea la instalación de las presas”. Semejante incertidumbre científica torna procedente el principio precautorio que establece que, ante el riesgo de dañar al ambiente, no debe darse inicio a la actividad.

Acerca del Río Santa Cruz

El Río Santa Cruz nace en el deshielo de los grandes glaciares de la Patagonia, recorre 385 kilómetros hasta su desembocadura en el Océano Atlántico y es el último río glaciario libre de la Patagonia. Su largo recorrido es el hábitat de decenas de especies de aves, peces y mamíferos y cautivó a Darwin y Perito Moreno, quienes quedaron maravillados por su belleza.

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