El análisis se realizó sobre datos suministrados por el Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE) de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, en base a SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino). La caída salarial se concentró principalmente en los tres primeros meses del año, debido al impacto inflacionario de diciembre (25,5 por ciento), tras la devaluación del peso frente al dólar, como parte de las primeras medidas del gobierno de Javier Milei.

En diciembre, la caída real del salario fue del 15 por ciento, lo que se proyectó hasta enero, con un 12 por ciento; febrero, con un 8,7 por ciento; y marzo, con casi un 12 por ciento de retroceso, siempre en comparación con el mismo mes del año pasado.

En todos los casos, se habla de "caída real", al aplicar el efecto inflacionario, es decir, midiendo el poder de compra del salario en relación con la evolución de los precios.

En el segundo trimestre del año, la tendencia de caída salarial se mantuvo, pero en forma más atenuada, a medida que fue disminuyendo el índice de inflación. La retracción fue del 6 por ciento en abril; 5,7 por ciento en mayo; y 5,4 por ciento en junio.